TEMPLO FUNERARIO DE AMENOFIS III
TEMPLO FUNERARIO DE AMENOFIS III
Uno de los templos más importantes del Imperio Nuevo
fue el construido por el faraón Amenofis III, no se
conoce con certeza si este templo fue terminado de
construir.
Este templo fue construido al este del desierto y
no a sus orillas como todas las instalaciones
realizadas durante este periodo.
El templo se encontraba rodeado por una muralla de
700 X 550 metros de perímetro y tenia una altura de
8,5 de ancho.
En su interior se construyeron a de más del templo
principal, jardines, estanques y un templo
consagrado al dios menfita de los muertos (Sokar)
En la entrada del templo fueron colocadas dos
estatuas de tamaño colosal (20 metros de altura)
representando al rey en posición sedente realizadas
en piedra arenisca silicatada,
que hoy permanecen en su sitio original.
El nombre de la estatua colocada en el lado sur se
conoce con el nombre de "monarca de monarcas"
haciendo referencia al poder divino ilimitado
ostentado por el rey.
La estatua situada en el lado norte, se agrietó en
el año 27 a. de J.C. a causa de un terremoto, razón
por la cual emitía un crujido al aumentar la
temperatura por la mañana, creándose una leyenda a
su alrededor, pues se aseguraba que la estatua emitía
un lamento emitiendo un nombre muy parecido a Memnón
rey mítico de Etiopía.
Después de ser restaurada la estatua en el año 199 d.
de J.C. por el emperador romano Séptimo Severo, el
fenómeno desapareció, permaneciendo la idea de que la
estatua situada en el lado norte era la encarnación de
Memnón.
Ambas estatuas se conocen hoy con el nombre de los
colosos de Memnón.
En la parte delantera del templo de Amenofis III, hoy
casi totalmente destruido, existían tres ante patios
con pílonos de ladrillos en sus entradas, estos pílonos
daban paso a un patio de 86 x 85 metros, que se
encontraba rodeado por tres hileras de columnas
fasciculadas papiriformes, excepto en su lado oeste que
eran cuatro las hileras de columnas, la altura de las
columnas era de 14,20 metros.
En la sala hipóstila tan solo a podido ser identificada
su zona de acceso, de todo el edificio principal, del
resto de las salas posteriores no se sabe nada, pues no
ha sido posible su reconstrucción.
Sobre la imaginería del templo tan solo se supone que
debió de ser de gran magnitud y calidad.
Situadas delante de los tres pílonos existía una pareja
de estatuas en posición sedente de tamaño colosal que
representaban al rey, en sus patios existían pilares
osiríacos y esfinges, así como grupos de esculturas de
diferentes tamaños. En cuanto a estatuas de los dioses,
existían gran numero de ellas, entre las que destacaban
las que tenían cabeza de león así como las esfinges con
cabezas de cocodrilo, chacal e hipopótamo de tamaño natural.
En las fachadas norte y sur del gran patio existían
figuras en posición erguidas de una altura de 8 metros,
realizadas en arenisca silicatada, las estatuas del lado
sur estaban realizadas en granito rojo, representaban al
rey y estaban situadas entre las columnas.
En el interior del patio existían dos estelas de una
altura de 8,6 metros.
Durante la XIX Dinastía acaeció un terremoto que dañó
de tal manera el templo que fue abandonado.
Muchos de los monumentos existentes en este lugar fueron
utilizados por los faraones posteriores, entre los que
se encontraban Merenptah y Ramsés III, para la construcción
de templos quedando apenas resto alguno del recinto.
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